La sociopatía y la psicopatía son dos trastornos de personalidad que a menudo se confunden y se utilizan indistintamente.
En este artículo exploramos el significado de sociopata, sus síntomas, características y cómo tratar a un sociópata.
Además, se examinarán las diferencias entre sociopata y psicopata, así como algunos sociópatas y psicópatas famosos en la historia.
Definición de sociopata
La sociopatía es un trastorno de personalidad reconocido en el DSM-5 como «trastorno de personalidad antisocial». Según la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, este trastorno se describe como «una condición mental en la que una persona muestra un patrón persistente de manipulación, explotación o infracción de los derechos de los demás».
Un sociopata padece un trastorno de personalidad antisocial, que se caracteriza por un patrón general de desprecio y violación de los derechos ajenos. Este patrón comienza en la infancia o en la adolescencia temprana y continúa en la vida adulta.
Para diagnosticar este trastorno, el individuo debe tener al menos 18 años y haber mostrado síntomas del trastorno de conducta antes de los 15 años.
Los comportamientos asociados con el trastorno de conducta se dividen en cuatro categorías: agresión hacia personas y animales, destrucción de propiedades, engaño o robo, y violación grave de las normas.
Un sociopata no se adapta a las normas sociales y, en muchos casos, tampoco cumple con la legalidad.
¿Cómo saber si alguien es sociopata?
Quiero contarte un ejemplo para que veamos cómo se comporta un sociópata. Había una vez un hombre llamado Luis, quien vivía en un pequeño pueblo. A simple vista, parecía un ciudadano común y corriente, pero en realidad, Luis era sociópata. A lo largo de su vida, mostró una serie de comportamientos que preocupaban a quienes lo conocían de cerca:
Manipulación: Luis tenía un don para manipular a las personas, convenciéndolas de que le ayudaran en sus planes, incluso si no eran éticos. Por ejemplo, persuadía a sus amigos para que le ayudaran a robar en tiendas locales.
Falta de empatía: Cuando sus vecinos perdieron su casa en un incendio, en lugar de ofrecer apoyo, Luis aprovechó la situación para comprar la propiedad a un precio muy bajo, sin preocuparse por el sufrimiento de los demás.
Mentiras constantes: Luis mentía con frecuencia, incluso cuando no había necesidad. Inventaba historias sobre su pasado y su vida personal para hacerse parecer más interesante o para ganar simpatía.
Encanto superficial: Luis era encantador y carismático, pero su carisma era solo una fachada para ocultar sus verdaderas intenciones. Utilizaba su encanto para atraer a las personas y luego explotarlas para su propio beneficio.
Irresponsabilidad: Luis nunca asumía la responsabilidad de sus acciones. Siempre buscaba culpar a otros por sus errores y se negaba a aceptar las consecuencias de sus decisiones.
Violencia: En varias ocasiones, Luis mostró un comportamiento violento. Cuando se enojaba, perdía el control y agredía físicamente a quienes lo rodeaban.
Falta de remordimiento: Después de sus actos violentos o destructivos, Luis no mostraba arrepentimiento ni remordimiento. En lugar de ello, justificaba sus acciones y seguía adelante como si nada hubiera pasado.
Parasitismo: Luis vivía a expensas de otros, aprovechándose de su generosidad y buena voluntad. Nunca se preocupaba por pagar sus deudas ni devolver favores, siempre buscando su propio beneficio.
Desprecio por la seguridad de los demás: Luis conducía a alta velocidad por las calles del pueblo, sin preocuparse por la seguridad de los peatones o de otros conductores. Sus acciones imprudentes causaron varios accidentes, pero él no parecía preocuparse.
Incapacidad para mantener relaciones interpersonales: Aunque Luis tenía muchos conocidos, sus amistades y relaciones eran superficiales y de corta duración. Su comportamiento egoísta y manipulador alejaba a las personas, dejándolo en un constante estado de soledad.
Definición de psicópata
La sociopatía es un trastorno de personalidad reconocido en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5) como «trastorno de personalidad antisocial». Según la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, este trastorno se describe como «una condición mental en la que una persona muestra un patrón persistente de manipulación, explotación o infracción de los derechos de los demás».
Un sociopata padece un trastorno de personalidad antisocial, que se caracteriza por un patrón general de desprecio y violación de los derechos ajenos. Este patrón comienza en la infancia o en la adolescencia temprana y continúa en la vida adulta.
Para diagnosticar este trastorno, el individuo debe tener al menos 18 años y haber mostrado síntomas del trastorno de conducta antes de los 15 años. El trastorno de conducta se caracteriza por un patrón reiterado y persistente de comportamiento en el que se transgreden los derechos fundamentales de los demás o las normas sociales principales. Los comportamientos asociados con el trastorno de conducta se dividen en cuatro categorías: agresión hacia personas y animales, destrucción de propiedades, engaño o robo, y violación grave de las normas. Un sociopata no se adapta a las normas sociales y, en muchos casos, tampoco cumple con la legalidad.
¿Cómo identificar a un psicópata?
Quiero ponerte de ejemplo a Alex para que estudiemos cómo funciona un psicópata y que comportamientos tiende a tener.
Manipulación: Alex era un maestro de la manipulación. Aprovechaba las debilidades de las personas y las utilizaba en su propio beneficio, convenciendo a sus vecinos de que sus ideas eran las mejores y que deberían seguirlo ciegamente.
Falta de empatía: A pesar de su encanto, Alex no tenía empatía hacia los demás. Cuando uno de los vecinos se lastimó en un accidente, en lugar de ofrecer ayuda, Alex simplemente se rió y siguió con sus actividades.
Crueldad hacia los animales: En una ocasión, Alex fue sorprendido maltratando a un perro callejero en el parque. En lugar de sentir remordimiento, se jactaba de su acción como si fuera un logro.
Comportamiento parasitario: Alex no tenía trabajo, pero tampoco le importaba. Se aprovechaba de la generosidad de sus amigos, quienes lo alojaban y alimentaban, mientras él no hacía nada para contribuir a la comunidad.
Incapacidad para mantener relaciones interpersonales estables: A pesar de su encanto superficial, Alex no lograba mantener amistades verdaderas. Su comportamiento errático y egocéntrico alejaba a las personas, dejándolo en un constante estado de soledad.
Impulsividad: Alex tenía dificultades para controlar sus impulsos, lo que lo llevó a tomar decisiones arriesgadas y peligrosas. Un día, decidió robar el coche de un vecino para darse una vuelta por el pueblo, sin preocuparse por las consecuencias.
Irresponsabilidad: Después de su paseo en el coche robado, Alex lo dejó abandonado en medio del camino, sin importarle el daño que había causado a su propietario y a la propiedad.
Ausencia de remordimientos: A pesar de sus acciones destructivas, Alex nunca mostró arrepentimiento ni intentó reparar el daño que había causado. Continuó viviendo su vida como si nada hubiera sucedido, dejando un rastro de dolor y sufrimiento a su paso.
Desprecio por la seguridad propia y ajena: En su último acto de desprecio hacia los demás, Alex inició un incendio en la casa de uno de los vecinos, sin importarle las vidas que ponía en peligro.
¿Por qué una persona se vuelve psicópata?
Aunque no se conoce con exactitud cuál es el origen de la psicopatía, se cree que tiene un componente genético y neurobiológico. Las investigaciones sugieren que los psicópatas pueden presentar anormalidades en áreas del cerebro relacionadas con la empatía, el autocontrol y la toma de decisiones.
Genética: La herencia genética puede jugar un papel importante en la psicopatía. Algunos estudios sugieren que ciertos genes están relacionados con el desarrollo de este trastorno, lo que significa que si un familiar cercano es psicópata, existe una mayor probabilidad de que también lo seas.
Cerebro: Las investigaciones han demostrado que hay diferencias en la estructura y funcionamiento del cerebro de los psicópatas. Estas diferencias pueden estar relacionadas con áreas del cerebro que controlan la empatía, la toma de decisiones y el autocontrol, lo que podría explicar por qué los psicópatas actúan de la forma en que lo hacen.
Entorno: Aunque la genética y el cerebro pueden tener un impacto significativo en el desarrollo de la psicopatía, el entorno también puede influir. No obstante, en el caso de los psicópatas, el entorno suele tener un efecto menor en comparación con los sociópatas.
Combinación de factores: En muchos casos, una combinación de factores genéticos, cerebrales y ambientales puede contribuir al desarrollo de la psicopatía. Cada persona es única, y la manera en que estos factores interactúan puede variar de un individuo a otro.
Diferencias entre sociopata y psicopata:
La diferencia entre psicopata y sociopata radica en sus orígenes y características. Mientras que los psicópatas pueden tener una predisposición genética y anormalidades cerebrales, la sociopatía generalmente se desarrolla debido a factores ambientales y sociales. Los psicópatas también tienden a ser más calculadores y manipuladores, mientras que los sociópatas pueden ser impulsivos y emocionalmente volátiles. Además, los psicópatas pueden ser más difíciles de detectar debido a su encanto superficial y habilidades de manipulación.
Emociones y expresiones en sociópatas y psicópatas:
Se ha preguntado si un sociópata puede llorar, y la respuesta es sí. Los sociópatas pueden experimentar emociones, aunque suelen ser superficiales y efímeras. En cambio, los psicópatas pueden tener dificultades para sentir emociones genuinas y pueden simularlas para manipular a los demás.
Mirada de sociópata y psicópata:
Algunas personas creen que existe una «mirada de sociópata» o «mirada de psicópata» que puede delatar a alguien con uno de estos trastornos. Sin embargo, esto no está científicamente respaldado y no es un criterio diagnóstico confiable.
Tipos de sociopatía y psicopatía:
Existen diferentes tipos de sociopatía y psicopatía, que pueden variar en función de las características específicas y la gravedad del trastorno. Algunos ejemplos incluyen el sociópata diagnosticado, el sociopático y el sociópata rasgos. Estas categorías no son mutuamente excluyentes y pueden solaparse en algunos casos.
Tratamiento de la sociopatía
La terapia cognitivo-conductual (TCC) es un enfoque terapéutico ampliamente utilizado para tratar una variedad de trastornos mentales, incluida la sociopatía (también conocida como trastorno de personalidad antisocial). Aunque la TCC puede no curar completamente la sociopatía, puede ayudar a los pacientes a aprender habilidades para manejar y mejorar sus síntomas. El tratamiento de la sociopatía a través de la TCC implica abordar los pensamientos, creencias y comportamientos disfuncionales. A continuación se detallan algunas de las estrategias clave utilizadas en la TCC para tratar la sociopatía:
Identificación de pensamientos y creencias negativas: El terapeuta ayuda al paciente a identificar y examinar sus pensamientos automáticos negativos y distorsiones cognitivas que pueden estar impulsando sus comportamientos antisociales. Por ejemplo, la creencia de que «los demás existen solo para satisfacer mis necesidades» puede ser identificada y desafiada.
Reestructuración cognitiva: Una vez identificados los pensamientos negativos y distorsiones cognitivas, el terapeuta enseña al paciente técnicas para reemplazarlos con pensamientos y creencias más realistas y adaptativos. Este proceso puede incluir el cuestionamiento de evidencias, la identificación de alternativas y la experimentación de nuevos enfoques.
Desarrollo de habilidades sociales: La TCC puede abordar las deficiencias en las habilidades sociales, enseñando al paciente a comunicarse de manera más efectiva, a reconocer y expresar emociones de manera adecuada, y a resolver conflictos de manera no agresiva.
Entrenamiento en empatía: La terapia puede enfocarse en desarrollar la empatía del paciente, enseñándoles a reconocer y entender las emociones de los demás y a responder de manera adecuada y comprensiva.
Manejo de la ira y control de impulsos: Los terapeutas pueden enseñar a los pacientes técnicas de manejo de la ira y estrategias para controlar impulsos, como la relajación muscular progresiva, la respiración profunda y la meditación.
Establecimiento de metas y desarrollo de planes de acción: La TCC también puede centrarse en ayudar al paciente a establecer metas realistas y a desarrollar planes de acción para lograr un cambio positivo en sus comportamientos y relaciones.
Reforzamiento positivo: El terapeuta puede utilizar el refuerzo positivo para motivar al paciente y recompensar los cambios positivos en su comportamiento.
Cabe destacar que el éxito del tratamiento con TCC para la sociopatía puede variar en función de la gravedad del trastorno, la motivación del paciente y la habilidad del terapeuta. La terapia puede ser más efectiva cuando se combina con otras intervenciones, como la terapia de grupo, la terapia familiar o el uso de medicamentos en casos específicos.
Sociópatas y psicópatas famosos:
Algunos sociopatas y psicopatas famosos incluyen a Charles Manson, Ted Bundy, Jeffrey Dahmer y otros. Aunque se puede argumentar si estos individuos eran sociópatas, psicópatas o ambos, sus crímenes atroces y la falta de empatía hacia sus víctimas los convierten en ejemplos notorios de personas con trastornos de personalidad antisocial.
Narcisismo y sociopatía:
El narcisismo sociopata es una combinación de rasgos narcisistas y sociopáticos, lo que puede resultar en una persona extremadamente manipuladora y egocéntrica. Estos individuos pueden ser particularmente difíciles de tratar, ya que pueden no reconocer que tienen un problema o estar dispuestos a buscar ayuda. Un ejemplo de narcisista sociopata podría ser un líder político como Putin, aunque su diagnóstico no está confirmado.