La labor del psicólogo
Mitos: ¿Los psicólogos te analizan?
Uno de los mitos de los psicólogos es que están constantemente analizando la conducta y los pensamientos de quienes les rodean. La realidad es que la mayoría de psicólogos no están tratando de entender todos tus motivos ocultos ni saben lo que piensas.
A veces nos puede dar un poco de miedo lo desconocido o lo que no entendemos.
Un psicólogo intentará ayudarte a comprender tus conductas, tus emociones y tus pensamientos. Pero un psicólogo no sabe mejor que tú lo que piensas ni tus motivos ni tus pensamientos. Tratará de darte las herramientas para que seas tú el que es capaz de conocerse mejor.
La realidad es que aunque los psicólogos tienen mayor conocimiento sobre las conductas y los pensamientos, no significa que tengan ningún super poder. Tienen hipótesis o teórias. Esto quiere decir que hacen suposiciones. Se les ocurre una idea de una posible realidad y luego buscan pruebas para ver si su hipótesis es cierta o es falsa. Un buen psicólogo dudará de sus propias ideas y tratará de contrastarlas, te preguntará cosas o te pasará un test.
Aunque los psicólogos están capacitados para analizar la conducta y los procesos mentales, esto no significa que lo hagan constantemente fuera del entorno clínico o profesional. Al igual que cualquier otro profesional, los psicólogos saben cómo desconectar de su trabajo y mantener un equilibrio entre su vida personal y laboral.
Origen de la expresión: los psicólogos analizan
Esta expresión surgió con el psicoanálisis. El psicoanálisis, que surgió con Freud, consiste en hacer consciente lo inconsciente, a través de la atención flotante el psicoanalista va haciendo comentarios sobre aquello que le llama más la atención de lo que está comentando su cliente, el cual puede estar tumbado o sentado.
Pero ¿qué sucedía? Que en el psicoanálisis es muy importante que el psicólogo nos dé su opinión personal.
Para el psicoanálisis es imprescindible que el psicólogo tome una distancia del cliente, que no se implique emocionalmente. Es normal tratando con una persona así, que los clientes tuvieran cierta perspicacia hacia su terapeuta. Pues no le percibían totalmente sincero con aquello que pensaba y se podía generar un cierto clima de desconfianza.
Aunque el psicoanálisis hoy todavía tiene mucha fuerza, no es la única terapia que existe, ni mucho menos.
Hoy en día existen multitud de tipos de terapia: la terapia cognitivo conductual, la terapia de aceptación y compromiso, la terapia dialéctica, etc. Puedes ver más sobre esto en mi artículo: ¿qué terapia psicológica necesito?
Lo que te puedo asegurar es que los psicólogos ya no son tan distantes como en el psicoanálisis, hoy en día los psicólogos son más abiertos con lo que piensan y con sus emociones, ya no suelen ser un ente distante que se limita a imitar a un espejo. Esto no quiere decir que un psicólogo vaya a ser tu amigo, sigue siendo importante establecer unos límites claros entre la relación terapéutica y una relación de amistad. Si tu psicólogo te invita a echar unas cañas igual se le están mezclando un poquito los roles.
Entonces, qué hace un psicólogo
Un psicólogo conoce un conjunto de diagnósticos, como depresión, trastornos de ansiedad, duelo, trastornos de personalidad, etc. Lo que sucede es que la palabra trastorno está muy cargada emocionalmente. La realidad es que los trastornos en la población son algo tan frecuente, que todos en algún momento de nuestra vida pasaremos por alguno.
La palabra trastorno viene de la idea antigua de que las personas no deberían tener malestar y que hay que «arreglarlas». Hoy en día se entiende que muchos de los síntomas son una forma de sobrevivir y adaptarse.
Hoy en día se entiende que las personas no son algo a arreglar, sino algo a aceptar. Un psicólogo tratará por encima de todo de empoderarte, de hacerte sentir válido, fuerte y querrá ayudarte con tus objetivos.
El proceso de evaluación
Aunque un psicólogo no te analice, sí que tratarás de entender aquello que te sucede bajo la perspectiva que le ofrece la psicología. Para esto se lleva acabo el proceso de evaluación.
El proceso devaluación puede ser más estructurado o menos. Así, una evaluación muy estructurada se hará mediante test o pruebas diagnósticas, esto es más frecuente en la sanidad pública, para dar bajas o incapacidades, o en aquellos momentos en los que se necesite dar unas pruebas de un determinado diagnóstico, cómo en un juicio.
Es más habitual que los psicólogos empleen formas devaluación menos estructuradas, como suelen ser la entrevista libre o la entrevista semi estructurada. Y ¿qué quiere decir entrevista libre? La entrevista libre consiste en que el psicólogo te va haciendo las preguntas que consideras más necesarias para entender lo que te está sucediendo.
¿Quiere decir esto que te hace preguntas al azar? No. Lo que va pasando en la cabeza de tu psicólogo mientras te hace estas preguntas es que le surgen ideas sobre posibles explicaciones o diagnósticos que pueden ir encajando con eso que cuentas, muchas de las preguntas que hace un psicólogo son para descartar esas ideas. Por ejemplo, te preguntará si sufres ansiedad, si estás triste, si duermes bien, si has sufrido algún ataque de pánico, te preguntará sobre tu alimentación, peso, etc.
Cuando una de las ideas empieza a tener más fuerza, un buen psicólogo tratará de contrastar si de verdad es cierta esa idea o no lo es y por lo tanto deberá descartarla.
El proceso de evaluación es más intenso en las primeras sesiones, sin embargo la realidad de las consultas es que el proceso de la evaluación no termina del todo nunca, y es necesario retomarlo cuando surge una nueva información, aparece un nuevo síntoma o se interpreta algo de una manera distinta.
Las primeras sesiones
La primera sesión con un psicólogo puede ser la más difícil, más que nada, porque conocer a alguien por primera vez es difícil ya de por sí, tenemos mucha presión por generar buenas impresiones y nos exigimos mucho para esa primera sesión.
Pero tranquilo no solo estás tú un poco más nervioso, tu psicólogo probablemente también lo esté un poquito, aunque esté un poco más acostumbrado a estas situaciones, también querrá generar un buen clima y hará todo lo posible para que estéis los dos ajusto el resto de sesiones.
Generalmente en la primera sesión el objetivo es conocerse y empezar a entender el motivo de consulta. El motivo de consulta es la razón por la que el cliente acude a consulta. En algunos casos el motivo de consulta está muy claro, sin embargo esto no siempre sucede, el motivo de consulta suele ser una nube es gris difusa y gran parte de la primera sesión consiste en matizarlo y empezar a entenderlo juntos.
La alianza terapéutica
Un aspecto clave de la terapia psicológica es la alianza terapéutica. De verdad, no os podéis imaginar la importancia que le damos a una buena relación terapeuta cliente. Hay estudios que dicen que el 40 % de la efectividad de la terapia psicológica radican únicamente en establecer un buen vínculo terapéutico.
El vínculo terapéutico es mucho más importante que la orientación de tu psicólogo, que faltar un día a sesión o estar a gusto en la sala en la que estás. Si te cae bien tu psicólogo lo tenéis casi todo hecho.
La Terapia Online
Para mí, personalmente, es especialmente importante que tanto mis clientes como yo no sentamos cómodos en las sesiones en un clima de confianza y respeto mútuo.
Adapto las sesiones al ritmo de mis clientes y de sus necesidades, sin prisas ni exigencias. La gente hace las tareas que se ve capaz y le dedica el esfuerzo que les parece necesario.
Es importante hacer avances, sin embargo si nos empezamos a presionar y nos agobiamos con el tratamiento es más probable que lo abandonemos. La terapia no es un sprint, es algo que debemos ver con paciencia y constancia.
Si te gustaría saber más sobre cómo funciona una sesión psicológica puedes dejar tu comentario o si estás interesado en empezar un proceso psicológico puedes entrar en mi página de contacto y te responderé en la mayor brevedad.